Gema Paniagua es coordinadora de una iniciativa de familias y profesionales de escuelas infantiles y equipos de atención temprana.

Una rutina y un horario fijo

Lo primero, establece una rutina (como en las escuelas) con un horario bastante fijo (no hace falta madrugar). En la rutina habrá:

– actividades de vida cotidiana (vestirse, comida…)
– juegos movidos
– juegos tranquilos
– “ayuda” en tareas de casa
– alguna novedad cada día
– juego con un adulto
– juego sola

Rutinas de la vida cotidiana 

El cambio de pañales, lavarse las manos, comer… son actividades importantísimas en estas edades.  Y ahora tenemos la oportunidad de hacerlas con calma y convertirlas en situaciones de aprendizaje. A continuación se presentan una serie de rutinas de la vida hogareña que se podrían realizar con los niños y las niñas:

Y cuánto nos ayudan! Si hacemos las cosas dejándoles participar…

Con la lavadora…

Qué interesantes las pinzas… el juego que dan desde que son bebés …

Dispuestas a cocinar…


Apasionante!!!!

Cuántas sensaciones en la cocina.

Y por qué no jugar con la aspiradora a que las cosas desaparecen  ( con vigilancia, claro)

 

En las rutinas, marcamos cada paso:

Jabón.

Frotamos bien

Aclaramos

Se seca con su toalla

Ya que nos estamos lavando todo el día las manos, vamos a aprovechar para aprender la secuencia. 

 

Alargamos la hora del baño

Si tu hermana mayor o tu madre te lo ha puesto en un carnet 

… poner la mesa pasa a ser una responsabilidad muy importante

Ayudando en la limpieza a fondo del hogar