Factores que promueven el desarrollo de las competencias de los docentes

30 abril 2023
Imagen: iStockphoto.

¿Qué factores facilitan el fortalecimiento de las competencias docentes, la motivación del profesorado y su compromiso con la actividad educadora? Destacaremos de forma ordenada aquellos especialmente importantes que, además, guardan entre sí una estrecha relación: la autoestima del profesorado en sus propias competencias, el trabajo en equipo, la formación, la innovación, la evaluación, el sentido de la profesión docente y el liderazgo eficiente de los equipos directivos.

Siete factores clave

  1. La autoestima profesional es un requisito necesario para encontrarse satisfecho en la enseñanza. Cuando el docente siente que da bien sus clases y percibe el reconocimiento de sus compañeros y de sus alumnos, más fácilmente puede dar y recibir ayuda, trabajar en equipo, resolver con habilidad los conflictos en el aula e impulsar cambios en su enseñanza. Los datos de PISA (Schleicher, 2015) muestran que la confianza de los docentes en sus propias competencias, en su habilidad para enseñar, comprometer a sus estudiantes y gestionar la clase tiene un impacto no solo en los aprendizajes del alumnado y en su motivación, sino en las propias prácticas del profesorado, en su entusiasmo, en su compromiso y en la satisfacción con el trabajo.
  2. El trabajo en equipo con otros compañeros implica un acuerdo para desarrollar un proyecto o una tarea en común. Lo importante es la creencia de que es mejor trabajar juntos que de forma individual. Este tipo de actividades compartidas para mejorar la enseñanza, en ocasiones para realizar alguna innovación, tiene además algunas ventajas relevantes: facilita el intercambio de experiencias y de emociones entre los docentes participantes y refuerza la confianza y el apoyo mutuo; en ocasiones, abre la reflexión sobre el para qué enseñamos e innovamos y anima a compartir el sentido de la profesión.
  3. La participación en actividades de formación es otra de las estrategias principales para desarrollar las competencias profesionales, si bien no toda la oferta formativa tiene el mismo valor. Merece destacarse aquella cuya referencia es la reflexión sobre la práctica y su formato habitual es diseñar una unidad didáctica, una situación de aprendizaje o una determinada metodología por cada uno de los participantes a partir de una exposición inicial; llevarla a continuación a la práctica en el aula con los propios alumnos; y compartirla, analizarla y valorarla como fase final de la formación. Un modelo que se enriquece cuando participan equipos de docentes del mismo centro, lo que permite que se diseñe y se ejecute la experiencia didáctica con profesores que trabajan juntos. En ocasiones, la práctica diseñada y desarrollada rompe los moldes habituales y se adentra en el campo de la innovación.
  4. La innovación puede ser muy diversa: cambios metodológicos (métodos activos, aprendizaje por proyectos, aprendizaje en la naturaleza), agrupamiento de grupos distintos de alumnos, enseñanza en común entre varios docentes, trabajo fuera del aula, nuevas formas de evaluación, incorporación de la lectura, del arte o de la música en determinados aprendizajes sociales o científicos, redes de innovación con otros centros, Las posibilidades son enormes, de las más limitadas y reducidas en el tiempo a las más amplias y con un mayor horizonte temporal. Fácilmente se puede inferir que el diseño y la práctica de las experiencias innovadoras bien pueden convertirse en el eje principal de buena parte de la formación del profesorado. La participación en proyectos de innovación es un seguro importante para mejorar determinadas competencias y para mantener la motivación y el compromiso con la educación. Son experiencias enriquecedoras porque permiten revisar nuestra enseñanza y explorar nuevos caminos. Pero también porque, al hacerlo con compañeros que nos comprenden y que comparten nuestras inquietudes, nos transmiten su apoyo y su ilusión.
  5. La evaluación del ejercicio de las competencias profesionales de los docentes en el marco del impulso a su desarrollo profesional es una forma de motivar al profesorado, de incentivar el trabajo en equipo y la innovación, de orientar su actividad y de reconocer el buen trabajo. El diseño de un buen modelo de evaluación de las competencias profesionales ha de ser coherente con estos objetivos y lograr una amplia sintonía con el profesorado. Para ello, debe generar confianza y ser comprendido como un estímulo para el desarrollo profesional y para la mejora de la autoestima en la actividad docente (véase Marchesi y Pérez, 2018 y 2022, para un modelo de estas características).
  6. Uno de los factores que contribuye a la motivación y al compromiso en la educación es actualizar el sentido de la actividad educadora, el para qué dedicamos tanto esfuerzo para enseñar a todos nuestros alumnos y para crear las mejores condiciones para ello. Nos ayudará a mantener el convencimiento de que, a pesar de las dificultades, merece la pena educar a las nuevas generaciones y comprometerse en su conocimiento, su bienestar y su integridad Además, este compromiso contribuye también al propio bienestar profesional.
  7. Finalmente, hay que destacar la importancia del liderazgo del equipo directivo para crear un clima de trabajo, de innovación y de confianza que facilite el trabajo del profesorado. Por sus características propias, merece un apartado específico.

Equipos directivos competentes

El liderazgo que desarrolla el equipo directivo tiene una función de enorme relevancia para favorecer en su centro una cultura de colaboración, de confianza, de apoyo mutuo, de objetivos y proyectos compartidos y de interés por la formación y la innovación. Un enfoque que comprometa al conjunto de la escuela en sus objetivos educativos es la mejor garantía para conseguirlos. Además, esta visión global y compartida contribuye a la autoestima profesional y a la satisfacción en el trabajo del profesorado.

Las funciones y las actividades que puede realizar un buen equipo directivo son muy variadas. Un liderazgo transformador debería ser capaz de desarrollarse en los cuatro ámbitos siguientes:

  • Liderazgo participativo y distribuido. Supone ser capaz de reforzar los canales de información y comunicación con todo el profesorado y tener especialmente en cuenta a aquellos docentes más interesados y competentes, que deben de alguna manera incorporarse a determinados ámbitos de la tarea El profesorado se siente más confiado en sus competencias profesionales cuando participa en las decisiones de su centro.
  • Liderazgo instruccional e innovador. Incluye el apoyo y la coordinación de los procesos de enseñanza del profesorado favoreciendo la colaboración, el trabajo en equipo, la valoración profesional y las iniciativas
  • Liderazgo cultural. Se manifiesta cuando se fomenta una cultura de confianza entre el profesorado, metas y proyectos compartidos y un sentimiento de pertenencia al centro.
  • Liderazgo emocional. Se concreta en el cuidado de la dimensión emocional del alumnado a través del desarrollo de iniciativas para favorecer su bienestar, la convivencia y la evitación de cualquier forma de maltrato. Incorpora también la preocupación por el bienestar emocional del profesorado propiciando un ambiente de confianza, de colaboración, de empatía y de apoyo a su desarrollo profesional.

Schleicher (2015), director de Educación de la OCDE y responsable de los estudios PISA, ha resumido estos estilos de liderazgo en relación con las escuelas del futuro en un factor clave con dos prioridades hacia el profesorado: “Líderes escolares potentes que facilitan que los docentes confíen en sus competencias para enseñar y estén dispuestos a innovar”

Referencias bibliográficas

  • El texto es un extracto de la siguiente obra: Coll, C.; Martín, E.; Marchesi, Á. (2023). Nuevo currículo, nuevos desafíos educativos. Tus proyectos, tus recursos. Madrid: SM. Disponible en este enlace
  • Marchesi, Á. y Pérez, E. (2018). Modelo de evaluación para el desarrollo profesional de los docentes. Fundación SM, Madrid.
  • Marchesi, Á. y Pérez, A. (2022). “Apuntes para la evaluación del profesorado”, en Cuadernos de pedagogía (en prensa).
  • Schleicher, A. (2015). Schools for 21st-Century Learners: Strong Leaders, Confident Teachers, Innovative Approaches, International Summit on the Teaching Profession. OECD Publishing.